Cabello liso, fino, rebelde, grueso, graso, seco, rizado, ondulado… ¿cómo sé que tipo de pelo tengo?
Cada vez hay más productos específicos para cada tipo de cabello. Champú para pelo liso y fino. Mascarilla para pelo rebelde y grueso. Acondicionador para activar rizos. Pero, antes de comprar nada, necesitas tener claro cuál es tu tipo de pelo y qué necesidades tiene.
Por eso, te traemos una guía paso a paso para que aprendas cómo identificar tu tipo de pelo, teniendo en cuenta varias características como la textura, la densidad, la porosidad y el nivel de grasa o sequedad del cuero cabelludo.
¿Por qué necesito saber qué tipo de pelo tengo?
Igual no lo sabes, pero muchos problemas habituales con tu cabello se deben a una rutina de cuidado equivocada. Puntas abiertas, caída, falta de brillo, exceso de grasa… quizá se debe a que no estás cuidando correctamente tu pelo.
Por eso, necesitas conocer tu tipo de pelo para poder elegir los productos adecuados para cuidar tu cabello, saber qué corte es el ideal para tu melena o qué herramientas usar para peinarlo.

Nivel de grasa del cuero cabelludo
Saber si tu pelo es graso, normal o seco es clave para cuidarlo y tener un cabello sano. Fíjate en tu cuero cabelludo uno o dos días después de lavarte el pelo:
- Tu pelo es graso si notas la raíz pesada y aceitosa al día siguiente de lavarte el pelo.
- Tu pelo es normal si lo sientes equilibrado, sin exceso de grasa, durante 2 o 3 días después de lavarte.
- Tu pelo es seco si notas tirantez, picor o incluso puedes notar escamas secas en el cabello (no confundirlo con la caspa, que es un problema médico).
Observa tu cabello y así sabrás tu tipo de pelo y podrás elegir la rutina de cuidado y los productos más adecuados para ti.
Forma del cabello
Conocer la forma natural de tu cabello es muy importante para tener una buena rutina. La forma puede ir desde un pelo completamente liso hasta uno muy rizado.
Existen distintos tipos de formas, nos basamos en el Andre Walker Hair Typing System para clasificarlas:
- Liso: el pelo es completamente liso y no tiene rizos ni ondas naturales. Suele ser brillante y resistente a los rizos. Hay tres categorías: cabello muy fino y pegado al cuero cabelludo (1A), pelo liso con más cuerpo y volumen (1B) y cabello grueso, que puede tener ondas leves o tendencia a encresparse (1C).
- Ondulado: tiene una forma de “S” suave. También hay tres categorías: fino, con ondas suaves y fáciles de alisar (2A), medio, con ondas más marcadas, con más frizz y volumen (2B) y grueso, con ondas profundas y gruesas, más parecidas a rizos, que tienen tendencia al encrespamiento (2C).
- Rizado: tiene forma de rizos definidos en espiral. Varía desde rizos sueltos, definidos y grandes (3A), rizos medianos, más apretados y elásticos (3B) hasta rizos muy apretados con forma de espiral y mucho volumen (3C).
- Muy rizado o afro: son rizos muy apretados en forma de “Z” o espirales diminutas, con mucha densidad, pero hebras frágiles. Las tres categorías son: rizos muy apretados en forma de “S”, definidos pero delicados (4A), rizos en forma de “Z” con menos definición y más encogimiento (4B) y rizos muy apretados, en forma de “Z”, con poco patrón definido, alto frizz y mucha fragilidad (4C).

Grosor del cabello
Tienes que fijarte en el grosor de cada hebra de cabello. No importa la cantidad de pelo, sino el diámetro de cada fibra. Coge un pelo entre tus dedos índice y pulgar y valora su grosor:
- Fino: apenas lo notas y es casi invisible. Es un cabello que se rompe con facilidad.
- Medio: se siente fácilmente entre los dedos, con cuerpo natural.
- Grueso: lo notas fuerte, con textura. Es un pelo resistente y voluminoso.
Densidad capilar
La densidad se refiere a cuántos pelos tienes por centímetro. Trata de fijarte en cuánto cuero cabelludo puedes ver a través de tu pelo de forma natural:
- Poca densidad: se ve el cuero cabelludo fácilmente.
- Densidad media: aspecto equilibrado, solo se ve un poco de cuero cabelludo.
- Densidad alta: cabello abundante visualmente, apenas puedes ver el cuero cabelludo
Porosidad del cabello
La porosidad índice cómo absorbe y retiene la humedad tu cabello. Es muy importante conocer la porosidad de tu cabello para elegir bien los productos de tu rutina de cuidado capilar:
- Porosidad baja: la cutícula está cerrada, cuesta hidratarlo.
- Porosidad media: tiene el equilibrio perfecto.
- Porosidad alta: absorbe agua rápido, pero pierde la humedad igual de rápido.
Para saber qué porosidad tiene tu cabello, puedes hacer la prueba del vaso de agua: coge una hebra de pelo completamente limpia, libre de productos, y déjala caer en un vaso de agua a temperatura ambiente. Tienes que observar lo que ocurre:
- Si flota, significa que tienes baja porosidad. Las cutículas están muy cerradas, el pelo tarda en mojarse y secarse.
- Si se queda a mitad, la porosidad es normal. Es lo ideal ya que el pelo absorbe y retiene la humedad bien.
- Si se hunde rápidamente, la porosidad es alta. Las cutículas están abiertas, el pelo absorbe humedad rápido, pero la pierde igual de rápido. Es un cabello propenso al encrespamiento y la sequedad.
Conocer tu tipo de pelo es el primer paso para un cabello sano
Para tener un pelo sano y una buena rutina de cuidado capilar, el primer paso es tener claro cuál es tu tipo de pelo. Solo así vas a poder elegir los productos perfectos para tu melena y evitar problemas como grasa, sequedad o encrespamiento.
Si con esta guía aún tienes dudas, lo ideal es acudir a un profesional que analice tu cuero cabelludo y fibra capilar para recomendarte el tratamiento perfecto. En Salón Cristina Cisneros estamos deseando conocerte para poder asesorarte.








